Sánchez cede ante los separatistas: pacta con ERC la sexta prórroga del estado de alarma
ERC como el PNV le saca a Pedro Sánchez la gestión del ingreso mínimo vital y la del fondo de reconstrucción europeo que abonará Bruselas a España
Moncloa busca fecha en julio para reunir la mesa de negociación con Torra y acercarse a ERC
Habrá sexta prórroga del estado de alarma. Pedro Sánchez ya tiene los apoyos suficientes gracias al PNV y Esquerra Republicana. El presidente del Gobierno cede ante los separatistas y les permitirá también gestionar su ingreso mínimo vital, igual que con los nacionalistas vascos. Esto se suma a la partida destinada a Cataluña del fondo de reconstrucción europeo que Bruselas entregará a España. La ejecutiva de los republicanos está reunida ahora mismo.
Fuentes de Moncloa consultadas por este periódico señalan que será la última prórroga del estado de alarma y que abarcará hasta el final de la desescalada. El presidente del Gobierno, que normalmente anunciaba los sábados la petición de extensión al Congreso de los Diputados, en esta ocasión habría aplazado su comparecencia hasta mañana domingo, tras la reunión con los presidentes autonómicos, al no tener cerrados los apoyos, que se negociaban a múltiples bandas.
El jefe del Ejecutivo mantenía abiertas las negociaciones con Esquerra Republicana (ERC), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Ciudadanos. Cualquier ‘sí’ de los tres le servía. Le daba igual la fórmula. Por eso, en esta ocasión no se ha cerrado a nada. Él personalmente y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, han pilotado las negociaciones desde el Palacio de La Moncloa. A diferencia del resto de peticiones de prórroga la portavoz socialista, Adriana Lastra, no ha jugado el mismo papel debido al incendio que provocó el acuerdo con Bildu.
Con la ‘nueva normalidad’, tal como ha avanzado este sábado OKDIARIO, Sánchez pretende reanudar también las reuniones de la mesa de negociación con los separatistas. Aunque no forma parte directamente del acuerdo suscrito entre el PSOE, Podemos y ERC hoy, fuentes conocedoras de las negociaciones sí admiten que se ha hablado de ello y se ha pactado que fuera así.
Reuniendo de nuevo la mesa de negociación del referéndum independentista -una de las exigencias de ERC para facilitar la investidura de Sánchez y la formalización de la coalición entre el PSOE y Podemos-, el núcleo duro de La Moncloa cree que podrá volver a atraer a los de Oriol Junqueras al bloque de los socios habituales del Gobierno. La estabilidad es una de las máximas preocupaciones de un gabinete ya de por sí inestable.
El rechazo de ERC a las dos últimas prórrogas del estado de alarma encendieron todas las luces rojas en el complejo presidencial. En el acuerdo de investidura, aunque no se reflejó por escrito, el PSOE pidió compromiso a todas las fuerzas que facilitaron la elección de Sánchez para facilitar la gobernabilidad. Por eso, a menos de seis meses de tener que negociar los presupuestos generales, este viraje de los independentistas al bloque del ‘no’ siembra dudas sobre la viabilidad de la legislatura.
La recuperación de Esquerra Republicana al carril de los socios prioritarios del Ejecutivo era crucial para el Gabinete de coalición. Hoy algunos respiran más tranquilos tras volver a llegar a acuerdos con el partido separatista tras dos votaciones teniendo que hacer malabarismos con Ciudadanos y el Partido Nacionalista Vasco.
Una vez se levante el estado de alarma, el Gobierno pretende volver a reunir la mesa de negociación con el Govern a partir de la segunda semana de julio, ya con España fuera del plan de desescalada y con una previsión de situación sanitaria controlada. El gabinete de Pedro Sánchez ya busca fecha para el segundo encuentro como fórmula para recomponer relaciones con ERC.
Aunque Sánchez repite en cada una de sus intervenciones que «aún quedan cuatro años» de mandato, lo cierto, según varias fuentes consultadas por este periódico, es que en el Gobierno muchos empiezan a temer con no llegar a final de año. Si el acercamiento de ERC llevado a cabo este sábado se frustra el fin de la legislatura puede llegar con la negociación de los presupuestos.
Para los secesionistas es clave la cesión de reunir a la mesa a meses vista de las elecciones catalanes, que como muy tarde se celebraran a principios del 2021. Es un «win-win», resume un colaborador del presidente que asume que «tenemos que ser capaces de ceder en cosas que no nos guste».
A la vuelta del verano empezará el trámite parlamentario de los Presupuestos Generales del Estado. Será entonces, cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deberá convencer a los grupos. Aunque en su entorno dan por seguro que llevará las cuentas a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, antes de la pandemia ponía en duda hacerlo si antes no tenía la seguridad de que iban a salir adelante. Cumplir con el compromiso de la bilateral, pues, es hoy cuestión de supervivencia.
Socio preferente
En Moncloa, pese a que los catalanes les han dejado tirados en un par de ocasiones -durante la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado del año pasado y en las dos últimas prórrogas del estado de alarma- continuan considerando a ERC como su socio preferente. En el equipo de Pedro Sánchez consideran que el futuro de la legislatura pasa por mantener el acuerdo de la moción de censura y la investidura «al coste que sea». La desconfianza en ERC es cada vez mayor. No se fían ni de la palabra de Sánchez ni del Gabinete de coalición. A pesar de todo, están condenados a entenderse.
Todas las encuestas dan a ERC la presidencia de la Generalitat. En ese escenario, entonces, los de Junqueras deberán elegir si continuan gobernando con JxCAT, con quién la relación es muy tóxica, o si por contra exploran un nuevo pacto de izquierdas como los tripartitos que durante casi una década gobernaron Cataluña. Para este segundo escenario, que implicaría sumar también a los Comuns, el PSC es imprescindible.
Cs dijo pactar el fin de la mesa
Durante las negociaciones del apoyo de los diez diputados de Ciudadanos a la cuarta prórroga del estado de alarma los naranjas pusieron sobre la mesa del Gobierno romper el diálogo con la Generalitat y los independentistas. Tras anunciar el acuerdo mediante un comunicado conjunto, de Cs y el PSOE, los de Inés Arrimadas emitieron otro breve mensaje en el que alardeaban de haber puesto fin a la mesa de negociación con los independentistas.
Fuentes del Gobierno, por eso, les desmintieron rápidamente y dejaron claro que una cosa no vinculaba a la otra. De hecho, en paralelo a la firma de ese pacto, la vicepresidenta primera Carmen Calvo ya hablaba con el vicepresident del Govern, Pere Aragonès.